YO SOY CRISTIANO

Por Dios (y nunca mejor dicho), que nadie piense que este titular es de apoyo a Cristiano Ronaldo por no haberse llevado el Balón de Oro. Vaya; que no estoy haciendo un “Je Suis Charlie” para lamerle las heridas al portugués por ver que Messi se llevaba, en sus narices, el 5º Balón de Oro para el barcelonista.
Empiezo así porque, será curioso, pero en una sola semana dos de mis héroes me han pedido lo mismo. Uno de esos héroes es inalcanzable, tipo Messi, y además es también argentino. El otro es un héroe alcanzable; el Padre Eduardo, del que ya he hablado en alguna ocasión aquí.
No sé si habrán visto un vídeo, que puso en circulación hace unos días el Vaticano, y que yo adjunto al final de esta Cabra. El Papa Francisco nos anima a los católicos a expresar nuestra fe, pero no para convencer al de enfrente de que nuestro Dios es el Único y Verdadero, sino para buscar la concordia con los que sienten y creen diferente a nosotros. Pide el Papa, literalmente, que «el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas religiones, conlleve frutos de paz y justicia». No se me ocurre mensaje más conciliador, más cordial, ni más cristiano. Pues muchos le han puesto a parir.
Los hay que piensan que no se puede decir, como afirma el Pontífice, que todos somos hijos de Dios. Pero, coño, si no dice eso el Papa, ustedes me contarán quién lo va a decir, porque, además, el Pontífice no dice «de mi Dios”, aunque lo crea. En el vídeo dice hijos de Dios. E incluso aparecen representantes de las 4 principales religiones afirmando que creen en el amor.
La otra crítica proviene de los sectores más conservadores del catolicismo, que se indignan porque, en el vídeo, se equiparan símbolos cristianos con otros budistas, judíos y musulmanes. Aparecen en el vídeo cuatro pares de manos. Unas sosteniendo un Buda en miniatura. Otras mostrando la menorá judía, ese candelabro de siete brazos. Las otras manos acogen a un pequeño niño Jesús y, las últimas, el tasbih o másbaha, que es el rosario musulmán.
También es un hombre algo polémico mi otro héroe, el padre Eduardo. No es muy ortodoxo, pero cada semana suelta dos o tres ideas para reflexionar y, al terminar la misa, nos deja deberes. No son obligatorios, pero nos anima a hacer cosas que nos recuerden durante los siguientes días los mensajes que nos ha dado en la Eucaristía. Esta semana nos habló de la alegría de ser cristianos y de contarle a los demás que somos católicos; que creemos en Dios. Nos puso esa tarea; habla con alguien que no sepa que eres cristiano y dile que tú crees en Dios. Y eso estoy haciendo. Asumo que muchos de ustedes saben lo que creo, pero, para el que no lo sepa, aquí va mi mensaje. Yo creo en Dios. Y creo en una Iglesia alegre que busque la concordia, el respeto y que difunda el mensaje de Cristo no desde el temor, sino desde el amor de Dios.
Lo sé. No es un mensaje muy moderno, pero curas como el Padre Eduardo y vídeos como este que ha difundido el Vaticano me reconcilian con mi Iglesia, de la que me sentí lejano durante muchos años. Y opino que al catolicismo le hacen falta muchos mensajes como este para caminar, de verdad, por el sendero que yo creo que marcó Jesucristo. Y ese camino por el que va el Papa Francisco, que anunció hace ya dos años en su “Evangelii Gaudium”, es para mí la senda correcta y la que puede conseguir que, todos aquellos que critican a la Iglesia así como de carril, vean que, además de pederastas, boato, finanzas sospechosas y curas retrógrados hay más cosas buenas que malas dentro de ella. Y a todos aquellos que dicen que la Iglesia Católica en España chupa del bote del Estado de manera injusta, les animaría a hacer cuentas y a decirme, seriamente, si creen que la Educación, la Cultura, la Sanidad y gran parte de la asistencia social de este país serían sostenibles sin el trabajo extraordinario de religiosos y seglares, la mayoría de ellos voluntarios, que cada día están con los que menos tienen.
Y, hala, ahora ya también pueden ponerme a parir a mí. Ya por cierto, como estoy embalado, voy a cerrar hablando del otro Cristiano. El del júrgol. Miren que soy madridista y miren no me cae muy bien el Messi este que defrauda a Hacienda, pero, ciertamente, comparar al argentino con el portugués es una risa. Si echamos la vista atrás y miramos el número de goles decisivos que han marcado uno y otro en esos partidos en los que uno se juega la temporada, la comparación es deprimente para Cristiano y para los que queremos que el Barça pierda hasta en los entrenamientos de alevines.
Y, por rematar, dos preguntas de regalo:
1.- ¿Por qué sigue insistiendo Pablo Iglesias en que responde más a la voluntad popular un pacto de Podemos con el PSOE que un pacto de PSOE con PP y con Ciudadanos? Haciendo sumas, y mira que soy de letras, salen muchos más votos en la segunda posibilidad.
2.- ¿Es legal que uno asuma la presidencia de una comunidad autónoma sin jurar o prometer fidelidad al Rey, a la Constitución y al estatuto de autonomía? Porque no soy jurista, pero tiene pinta de que no.

http://thepopevideo.org/es.html