LA FIESTA NACIONAL DE LIDIA (Y NO HABLO DE TOROS)

Es, sin duda, una de las personas a las que más quiero. Para mis hijos es su tercera abuela y, cuando piensan en que, algún día, deberá jubilarse, les dan los siete males.
Se llama Lidia María Brito Mateo. Nació hace 66 años en la República Dominicana y, desde hace 17 años, trabaja en mi casa como empleada de hogar interna. Ayer, cuando celebrábamos la Fiesta Nacional, escribí una publicación en Facebook en la que decía que, a pesar de todas las cosas malas que tenemos los españoles y que tiene nuestro país, a mí me apetecía decir ¡Viva España! Y lo decía, pensando, entre otras personas, en Lidia y en tantos y tantos españoles que nacieron en otro sitio y que decidieron venir aquí con su talento a ayudarnos a construir un país mejor.
Hace unos años tuve una conversación con ella sobre España. Había sucedido algo terrible relacionado con inmigrantes y hablábamos sobre cómo se sentían ella y su familia aquí. Pocos meses antes, Lidia había jurado la Constitución y se había convertido, con todos los derechos y obligaciones, en española. Pero yo quería saber si, además de la parte legal, ella se había hecho también española de corazón. No es una mujer culta. Jamás pudo estudiar. Nadie le dio la oportunidad que sí están teniendo sus nietos; no sabe de literatura, ni de matemáticas, pero Lidia es una mujer inteligente y tiene un sentido común extraordinario. Y cuando yo le pregunté si se sentía española, me dijo que ella vino aquí buscando una vida mejor. Que se ha traído a casi toda su familia y que se sienten bien aquí. Que nos quiere, que quiere a nuestra tierra, a pesar de que sigue sintiendo lo mismo por su República Dominicana. Y que sí; que se sentía española. Que “querer a un país, no es como querer a un hombre. Al hombre solo se puede querer, de verdad, a uno. A la tierra se puede querer, seguro, a dos.” Y comenzó a reírse con esa risa contagiosa tan característica suya.
Recordé ayer esta conversación cuando recibí un Tweet en el que el apátrida Pablo Iglesias justificaba su ausencia en los festejos que celebran nuestra Fiesta Nacional. Mira que, de costumbre, el líder de Podemos me parece pedorro, sobreactuado; empalagoso cuando se pone cursi y estomagante cuando se pone agresivo-mitinero. Pues lo de ayer me parece que bate sus récords de posturismo. Decía Pablo que él no va a esas cosas porque su patria es la gente. Que le parece fatal que haya tantos que celebran la patria, pero tienen cuentas en Suiza, Andorra o Panamá. Que él no quiere celebrar con nosotros; que él prefiere levantar su copa con los pueblos americanos que sufrieron nuestra llegada hace ya quinientos y pico años. Y que si la fiesta es franquista. Que no le gustan los desfiles. Que eso debe ser porque ahora ya no se siente leninista amable; porque, cáspita, lo que le gustan los desfiles a los comunistas. Y que si ellos están con los militares de hoy y que si su abuela fuma Celtas Cortos. Joder. ¡Qué pereza! Y qué innecesario. Y qué curioso. Porque ese nulo respeto por los que sienten que ayer era el día de su Patria, lo proclama a los cuatro vientos cuando habla de la Patria Cubana, de la Venezolana o, ya más cerca, del derecho a decidir de los que se sienten catalanes o vascos y no otra cosa.
Que qué manía esa de excluir. Yo no tuve la suerte de que nadie me ofreciera la nacionalidad suiza. Pero la habría aceptado feliz porque me sentí como en mi casa en ese país del centro de Europa y tendría, sin duda, el mismo sentimiento que nuestra Lidia. Yo soy español. Pero también me siento suizo. Y, si me pongo, también andaluz. Y malagueño. Y más de Madrid que la Cibeles. Pero no sé por qué tenemos que ser excluyentes. ¿Habría faltado Pablo Iglesias a la celebración de la Diada si fuera diputado por las Cortes Catalanas? Yo creo que no. Por una cuestión de respeto. Y ese respeto que muestra hacia las patrias de otros y hacia los sentimientos de venezolanos, cubanos, catalanes y vascos, no lo tiene hacia los que nos sentimos españoles y ayer queríamos celebrar el día de nuestra patria sin necesidad de restregarle nada a nadie. Pablo Iglesias no tendría ningún problema, apuesto mucha pasta por ello, para gritar “¡Viva Francia!”. Pero estoy seguro de que jamás le escucharemos gritar ¡Viva España!, no vaya a ser que la angustia de sentirse fascista le provoque un derrame cerebral. Es el complejo que tiene gran parte de la izquierda, sobre todo la más radical, frente a España, frente a nuestra bandera y frente a nuestro himno. Claro que se han hecho cosas terribles en nombre de España y portando una bandera rojigualda y entonando el lolorolo. Como se han hecho cosas estupendas. Y a mí, qué le vamos a hacer, me pueden las segundas. No quiero invadir a nadie, no quiero convencer a nadie, no quiero excluir a nadie. Sólo quiero que se nos permita celebrar el día de nuestra Patria sin tener que pedirle excusas a algunos y que este señor que, se supone, representa a millones de españoles, se pase un rato por allí, salude al Rey de todos y se tome unos canapés con sus colegas del Parlamento. Que vaya, coño. Si quiere, que no se ponga el traje de los Goya y vista una de esas camisetas que tanto le gustan, aunque sea una con el “Patria o Muerte”, siendo, por supuesto, esa patria, cualquier otra menos la española.

21 comentarios en “LA FIESTA NACIONAL DE LIDIA (Y NO HABLO DE TOROS)

  1. No puedo estar más de acuerdo contigo, Carlos.
    Ayer vimos el desfile con las niñas, nos emocionamos con el himno (al menos yo, que siempre que lo escucho se me pone un nudo en la garganta) y con el homenaje a los caídos y «plantamos» una bandera de España en la ventana que aguantó la lluvia todo el día. Ni soy facha ni radical de nada. Simplemente me siento española y es un sentimiento que he tenido siempre, desde pequeña, orgullosa de lo bueno que tenemos los españoles y deseosa de mejorar lo malo.
    Y cuantos más tontoculos e irrespetuosos como Pablo Iglesias aparecen, más me apetece reivindicar y mostrar que me encanta ser española, que me siento madrileña, andaluza, vasca, gallega, navarra y de cualquier rincón de España, Europea, ciudadana del mundo y hasta las narices de que los propios españoles nos estemos cargando todo lo bueno que tenemos. Gracias por la cabra y besos. Sof

    • Gracias, Sofía. Esa es nuestra desgracia como país. Que no sé cuándo llegaremos a un punto en el que la bandera no sea un motivo de desunión. Yo me temo que hay poco que hacer, pero quizás llegue un día en el que algún político consiga que dejemos de vivir la política todavía pensando en el 31 y en el 36 y en el 39 y en el 75… Beso

  2. Hola Carlos, que bonita exaltación de haces de Lidia, seguro que la merece.
    Lo de Pablo Iglesias tiene nombre pero me lo guardo, no tiene problema en sujetar banderas de otros países y cantar los himnos, mientras repudia España, su historia y su bandera, pero lo que me da más pena es que algunos piensan igual. Claro que España ha acometido atrocidades, pero no hace falta buscarlas en América, aquí mismo en Europa o en la propia España. Por desgracia barbaridades han cometido todos los países en un momento u otro, lo que hay que hacer es asumirlas, saber su historia, su entorno, y crecer. Que estamos en el siglo XXI y no podemos quedarnos anclados en la oscuridad de otras épocas. Precisamente nosotros que nos hemos hecho de diferentes culturas. España es tierra, sentimiento, una bandera y una sola patria, les pese a quien les pese.
    A mi por ejemplo me emociona escuchar el himno y me encanta ver a la gente con sus banderitas y gritando ¡¡Viva España!! el doce de octubre, en las Olimpiadas, o en cualquier acto. Estos personajillos suman dos y dos, bandera más himno y les aparece en la calculadora facha, retrógrado,….nada más lejos de mi realidad y personalidad.
    Un abrazo Carlos.

    • Gracias, María. Sin salirte de Europa, puedes ponerte a repasar la cantidad de atrocidades que se han hecho bajo himno y bandera Británica, Francesa y, no digamos, bajo la alemana. Pero esos países han conseguido recuperar el valor de su bandera y hoy celebran el día de su patria unidos y emocionados al escuchar su himno nacional. Aquí yo me temo que seguiremos hasta el infinito y más allá con la tontada de que la bandera y el himno son fascistas. Qué pereza!. Abrazo

  3. A mí es que me da una pereza hablar de Pablo Iglesias…qué truño de tío…

    En eso de no poder decir España se les nota a una buena parte de la izquierda su más que supina ignorancia.
    Si hubieran leído un poco, solo un poco, sabrían que sus idloatrados líderes de la izquierda en la II República no paraban de hablar de España. Y que había una buena parte del ejército que era muy español y muy de izquierda.

    Pero la contumacia en la ignorancia de esta tropa es colosal.

    • Gracias, Copi. Es cierto, pero hay clichés que están ahí agarrados como una garrapata y no se sueltan así pasen cien años. Un abrazo

  4. Pablemos tiene derecho a manifestar lo que le dé la gana, que para eso está la Libertad de Expresión de una Constitución que él relativiza o ningunea según le convenga. Lo alucinante es la forma en que el tío cambia de registro. Salió hace poco en un mitin con una bandera española gigante detrás, en otro con la republicana, otro día que si Cataluña…Supongo que sus seguidores ya se van dando cuenta de las incoherencias y de ahí el tortazo electoral que se ha dado la última vez.
    Para más inri la fiesta del 12 de octubre se celebraba ya con la República del 31…
    Franquistas, Fachas, Ultramontanos… ¡ay Dios mío que ignorancia! ¡De qué le sirve leer tanto!

    • Gracias, Andrés. Si a mí no me parece mal que se exprese. Faltaría más. Lo que me parece mal es que confunda las cosas y que no acuda a una celebración que, estoy seguro, apoyan cientos de miles de sus votantes. Pero ya sabemos que a este lo de la democracia le va grande y tiene como modelos de funcionamiento democrático a la Unión Soviética, a Cuba y a Venezuela. Y así no es raro que sea como es. Un abrazo.

  5. Lidia tiene razón, se puede amar a mas que un país. A Pablo le recomendó que haga lo que he hecho yo. Después de crecer en Alemania, Holanda y Bélgica viví en EE.UU. y Francia antes de «aterrizar» en España. Todos estos países tienen algo que yo amo y decidí no irme de España jamás después de 2 semanas. Si Pablo no esta a gusta aquí, que se vaya … al Irán u otros de sus países favoritos.

    Mientras tanto «VIVA ESPAÑA»

    • Gracias, Ralph. Si yo creo que al Iglesias también le gusta España. Los que no le gustamos somos los españoles que no opinamos como él. Yo ni siquiera quiero que se vaya; simplemente que nos deje celebrar en paz y permita que a algunos nos guste tener un día de nuestra Patria. Un abrazo

  6. Carlos queridísimo! Cómo me gusta que hables así de Lidia y de María, que no sé si es la misma persona.(La conozco)
    Tienes un corazónn queno te cabe en el pecho. Pienso en todo lo que has escrito exactamente igual que tú. Me siento española hasta lo más profundo, pero no por eso hay que despreciar ningún país. Cuando estuve en Chile, siempre que festejábamos una fiesta nacional, poníamos en un florero las banderas de las distintas hermanas que allí estábamos: española, francesa, chilena, Salvadoreña, ecuatoriana, y de todas las que allí vivíamos.
    Lo de Pablo Iglesias y sus secuaces, ni nombrarlos. Demuestran saber muy poca historia, y siempre nos tienen que colgar «franquismo». Pobre Franco, que lo dejen en paz, que seguro también él erstará en el cielo hace tantos años.
    Un abrazo.

    • Hola querida tía. Gracias por pensar tan bien de mí. Casi no se nota que somos familia. 😉 Lo de Pablo Iglesias es de hacérselo mirar. Respecto a Franco yo tengo serias dudas de que esté en el cielo. Aunque la misericordia del Señor es tan grande que quizás le haya hecho un hueco en el purgatorio… 😉 Un beso

  7. Me encanta ser el único que discrepa en este garaje No sé si te lo debes hacer mirar o soy yo el que debería hacerlo. No me interesa Pablito, pero me resulta curioso que se le use de blanco para los dardos en vez de tratar de hacer algo de autocrítica. Yo creo que no se trata de denigrar a los que no sienten ganas de celebrar. Sería mucho mejor animarles, convencerles. Reconozco que a mí no me sale festejar nada, a punto estuve de contestarte en facebook que me averguenzo de mi país a diario, que no estamos para celebrar nada. Pero no voy por ahí. Lo primero, que yo sepa, el 12 de octubre fue proclamado día de la hispanidad y yo siempre lo he entendido como una fiesta de hermanamiento entre todos los que compartimos el mismo lenguaje. Jamás he escuchado nada de «día de la patria» ni «el día de España». La verdad que no entiendo bien de donde ha salido todo esto. Y en segundo lugar, creo que debemos reflexionar sobre si un desfile militar es la mejor manera de celebrar nada. Por mucho que el concepto haya mutado desde «fuerzas armadas» o «fuerzas de cooperación internacional» o yoquesé… yo siempre he pensado que una buena fiesta debería durar todo el día, celebrarse por todo el territorio y estar plagada de actos de todo tipo: religiosos y laicos, solemnes y festivos, para adultos, para niños y lo que haga falta. Tal vez es que esa visualización de el día de la patria nos recuerda, a muchos, a las multitudes bajo el balcón de la plaza de oriente. Y nos da cosilla. Porque mira que yo soy de los que levanto vello y echo lágrima cada vez que oigo el himno y veo arriar la bandera en cualquier deporte o acto a los caídos. Pero es que una fiesta es una fiesta. Y para una cosa que sabemos hacer en este país, fiestear, pues como que un mísero desfile es una cagada, que quieres que te diga.

    • Gracias, Josesain y me alegro de tu regreso al redil. Yo no creo que me deba mirar nada por el hecho de que haya poca gente que discrepe. A veces me dan más caña, pero sí es cierto que, la mayoría de los que comentan están de acuerdo conmigo. Tampoco es malo eso, aunque me sorprenda y te sorprenda. No hay ni una línea de mi Cabra en la que yo defienda que la Fiesta Nacional se deba celebrar con un desfile. A mí no me molestan porque tengo muy olvidadas aquellas concentraciones en la Plaza de Oriente y me choca que sigamos sacándolas a colación cada dos por tres cuando Franco palmó hace más de 40 años. A mí lo que me sorprende es que en la izquierda de Pablo Iglesias tengan repelús al pronunciar la palabra España, que no se identifiquen con la bandera aprobada en una Constitución de apoyo más que masivo y que sigan con la tontada de que nuestro himno es franquista. Y me resulta curioso que esa sintonía que le falta con la que yo considero «mi» patria, la tenga con otros países que, curiosamente, están gobernados por sátrapas que se ciscan en sus pueblos constantemente. Ese es mi argumento. Y no otro. Y yo no uso de dardo a Pablo Iglesias, ni le denigro. Simplemente le critico. Y se pone él solito de diana para los dardos al hacer un vídeo pedorro de más de dos minutos para dar su opinión sobre la celebración del día de la Patria que, por cierto, cuando se creó, era el «Día de la Raza», con dos cojones. Un abrazo.

      • No me contestas y sigues con tu fijación con Pablo. Yo lo que digo es que a lo mejor una celebración distinta (desmilitarizada) integraría a más gente en la fiesta. Por ejemplo a mí. Que el amor por el terruño y los símbolos está ahí, pero las formas son importantes para todos. Y a mucha gente no nos gusta asociar la patria a las gestas imperialistas del pasado sino con un futuro mejor para todos. Espero que ahora se me entienda.

        • ¿Cómo que no te contesto? Te digo que no me entusiasman los desfiles, pero que tampoco me molestan. No sé qué tiene de malo ver un desfile, si no fuera por ese gen tontaina que tenemos metidos los españoles de que el ejército es fascista, la rojigualda de gente facha, la tricolor de gente guay y que la Monarquía es ultramontana y la II República fue un festival amatorio de increíble felicidad para todos los españoles que vivieron en España del 31 al 36. Creo que el día en el que nadie se sobrecoja por ver un desfile, habremos avanzado. Como creo que avanzaremos el día en el que podamos celebrar la fiesta de España todos juntos. Me importa tres pares de cojones (o sea, seis) si se celebra de un modo u otro. Pero que se celebre. Respecto a Pablo Iglesias (al que te refieres familiarmente; no sabía que tuvierais esas confianzas) no tengo ninguna fijación. La tiene él por hacer siempre postureo con determinados temas y a mí me resulta particularmente cansino. Él tiene todo el derecho del mundo a decir que no hay nada que celebrar y que su patria son las personas (menuda pollada), como lo tengo yo a decir que me parece un pedorro posturitas que dice una cosa si habla de Cuba, Venezuela, Irán y otra si habla de España. Aparte de que es un personaje que me parece peligroso. Tanto como Trump, aunque nuestro populista haya cambiado ese pelo oxigenado y el traje y la corbata por una coleta y unas camisas arrugadas. Y te entiendo perfectamente. Pero no sé qué digo yo en la Cabra que haga necesario que tú digas que prefieres asociar la patria con un futuro mejor para todos, más que con gestas imperialistas del pasado. Como si a mí me hiciera ilusión celebrar la época en la que no se ponía el Sol en nuestro Imperio. Me da igual; es la fecha que había tradicionalmente. Pero cambiémosla; pongamos el día de la Patria el 6 de diciembre. ¡Ah no! que esa es la fecha de la aprobación de la constitución fascista que promovió el Rey puesto por un Dictador. No sé, o el 14 de julio y nos sumamos a los franceses. Que entonces seguro que Pablo no tiene problemas para celebrar. Ya me dices. Un abrazo.

          • Me hace gracia que yo te propongo una cosa cualquiera y tú me vuelves a hablar de Pablo Iglesias. Esto es como de Gorucho Marx, la verdad. Insisto: me parece perfecto celebrar la hispanidad y la patria cualquier día, incluso varios días al año. Lo que propongo es que la celebración no consista en un desfile militar. Me alegra saber que a ti no te molestan. Así mí sí. No me gusta la guerra ni las armas ni el ejército. Soy antimilitarista, antibelicista y pacifista. Y por lo tanto no me gusta que se utilice al ejército como representante de conceptos como país o patria. Para eso están los símbolos: la bandera, el himno e incluso la casa real, que tampoco me gusta, pero la acepto. El ejército, ojalá no tuviéramos, la verdad. Venga, vuelve a contarme sequé de Pablo Iglesias. 😉

  8. No puedo estar más de acuerdo, soy española y además, orgullosa de ello. Quiero a mi país y siempre estaré aquí para cuando me necesite. Gracias Carlos!

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