PUES NO SÉ SI YO SOY BORJA

Es un poner. Pero ¿si Borja se llamara Mustafá estaría Vox pidiendo dinero para ayudarle?

Imagino que conocen la historia desgraciada de un joven trabajador de una discoteca que, junto a dos amigas, presencia cómo un hombre y una mujer patean a una señora a la que quieren robar el bolso. Acuden a ayudar a la mujer y los ladrones escapan con el bolso. Borja, que así se llama el héroe/villano, da alcance al ladrón, se enfrenta a él y le da dos puñetazos que acaban provocándole la muerte.

Una sentencia judicial condenó a Borja a dos años de cárcel y a pagar 180.000 euros a las hijas del muerto y la Audiencia provincial de Málaga confirmó hace unos días que Borja debe entrar en prisión. Desde que saltó la noticia hay un debate intenso entre los que piensan que mi paisano es un héroe y los que creen que no tanto.

Como sucede en todo, en este momento en el que vivimos, el caso se ha politizado y Vox no solo pide el indulto de Borja, al que consideran un ejemplo. El partido de Abascal solicita, además un cambio legal para reconocer la legítima defensa aunque sea en defensa de terceros y han recaudado dinero para ayudar a Borja a pagar la indemnización.

Y aquí llega la pregunta: ¿Es Borja un héroe? ¿Es un hijoputa? ¿Es un homicida imprudente como dice la sentencia? Y, sobre todo, ¿debe entrar en prisión? Yo no lo tengo claro. Estoy pecando quizás de osado porque lo único que he hecho ha sido leerme la sentencia, pero ni estuve en el juicio, ni soy jurista. Por tanto no puedo criticar si está bien fundamentada jurídicamente, que entiendo que sí porque ha sido ratificada por otro tribunal, pero sí puedo decir que a mí, en algunos aspectos, me parece incomprensible.

No puedo entender que un juez, por escrito, haga eso tan español de poner la buena postura a toro pasado. Aquello de “a toro pasado, todos somos Manolete”, es decir; que, cuando hay que poner la postura chula y torera es cuando el morlaco pasa por tu femoral. O sea; que no tiene valor encogerse con el culo para atrás cuando llega el toro y estirarse artísticamente cuando el cornúpeta está ya en Murcia.

¿ACTUAR O ESPERAR?

Y en la sentencia hay un momento en el que el juez fundamenta el “homicidio por imprudencia grave” en el hecho de que Borja pudo haber llamado a la policía o haber seguido al ladrón a una distancia prudencial hasta que apareciera la policía. O McGiver. Lo de McGiver es aportación mía. No viene en la sentencia. Pero a mí me parece igual de chorra.

PASAJE DE LA SENTENCIA

Cuando Borja alcanza al ladrón y forcejea con él, la sentencia no da por probado que el ladrón intentara agredir dos o tres veces a Borja, pero sí da por probado, porque además Borja lo reconoce, que el acusado le dio dos puñetazos en la cara, en el cuello o en la cabeza, que le hacen caer al suelo y golpearse.

Borja recuperó el bolso y salió por piernas dejando al ladrón en el suelo en compañía de su cómplice. Volvió al lugar del robo a reunirse con sus amigas y con la víctima del delito y cogieron un taxi para alejarse de la zona.

Y aquí viene lo del toro pasado. Lo fácil que es decir lo que uno tendría que haber hecho cuando lo piensas sentado en tu despacho, con tu aire acondicionado y con tu vasito de agua o tu bourbon con hielo. La sentencia da por hecho que, en el transcurso de los acontecimientos, Borja debería haber tenido la sangre fría de un camaleón para no irse directo a por el ladrón a reclamarle que devolviera el bolso a su dueña.

LA SANGRE CALIENTE

No sé. Me cuesta ponerme en el lugar de Borja porque no sé si yo habría tenido las pelotas de ir a ayudar a la pobre víctima que estaba siendo pateada en el suelo por el muerto y su cómplice. Pero, si lo hubiera hecho, estoy seguro de que no habría llegado allí como un Lord británico diciendo: “Caballero, le ruego que deponga su actitud violenta y no golpee a una mujer indefensa para robarle”.

Probablemente me habría dirigido a él entre insultos. Con la sangre bastante caliente y los pelos de la nuca erizados, como los perros. Y, si, como pasó, los malos hubieran huido corriendo pues, poniéndome en la piel del valiente Borja, me habría ido tras ellos probablemente con el corazón a 200 y una mezcla en el cuerpo de cabreo y acojone al 50%. ¿Puede alguien pensar que, cuando llegó Borja, el ladrón le contestó como otro Lord inglés?: “Buen hombre, tenga la bondad de no intentar arrebatarme lo que, ahora, ya es mío”. Pues, francamente, me cuesta imaginarlo. Estoy seguro de que, como dice Borja, el ladrón, entre insultos y también con el corazón a 300, debió intentar agredirle y ahí Borja le soltó los dos puñetazos que, finalmente, fueron fatales.

La pregunta en todo esto es: ¿Tiene sentido que Borja persiga al ladrón y le pegue para recuperar el bolso? Porque puede estar justificada la violencia para lograr que el ladrón deje de golpear a su víctima. ¿Pero es igual de “justo” perseguir al chorizo y golpearle para recuperar un bolso?

¿BORJA EL ALTRUISTA?

TWEET DE «EL MUNDO», QUE APOYÓ DESDE EL PRINCIPIO A BORJA

Por eso yo no tengo tan claro que yo sea Borja, como rezaba ese hashtag que ha circulado en estos días. Y no estoy diciendo que el muerto fuera un angelito. Que seguro que era un cabrón con pintas. Ni estoy diciendo que Borja deba entrar en prisión. Lo que sí digo es que investir como héroe a alguien que se lía a puñetazos en mitad de la calle puede ser peligroso. Porque el arranque de su actuación en esa historia terrible de una madrugada de mi tierra, fue glorioso. El final, desde luego, no.

A los que sí metía yo en la cárcel es a los pesaos que han inventado lo de la aplicación esa que te enseña cómo vas a quedar cuando envejezcas. Cojones; la grima que da. A mí me lo ha hecho mi hija la mayor pero me he negado a descargármela. Prefiero recordar cómo era yo hace unos años que verme ya con un curioso parecido no sé si a mi padre o a mi tío el cura.

EL AUTOR, A LOS 11 AÑOS, ENFADADO PORQUE SU MADRE LE REPEINÓ EN EXCESO…