LOS PIRAOS

Es una de las plagas de la vida moderna. Los piraos. El número ingente de personas que tienen algún tipo de disfunción social más o menos grave y se empeñan en compartirla con los demás.
A eso ha ayudado muchísimo Internet. Hasta hace poco la gente indeseable tenía que disimular su amargura y su mal carácter para poder convivir. Salvo casos muy graves de misantropía, nadie insultaba a su vecino a la cara, nadie acusaba de algo grave al compañero de rellano sin pruebas no fuera a ser que al vecino le diera por partirle la cabeza al autor del insulto o la acusación. Ahora, gracias a las muy diversas herramientas de Internet puedes insultar y acusar a cualquiera de la peor de las perversiones desde el anonimato. Y si luego resulta que era mentira, pues oye, que te echen un galgo, a ver si te pillan.
Es algo en lo que llevaba tiempo pensando, pero nunca me había dado para una cabra hasta que hace unos días leí una noticia sobre la presencia del entrenador del FC Barcelona, Tito Vilanova, en el palco de familiares de Rafa Nadal en un partido de exhibición en Nueva York. Para quien no lo sepa, el entrenador está en Estados Unidos tratándose de un cáncer y aceptó la invitación de Rafa para ir a verle jugar. Yo, por lo general, como soy un tipo morboso, suelo leer los comentarios de las noticias. Lo sé; es algo cercano al masoquismo, pero, en el fondo, es como ir al Zoo. Sabes que va a haber leones, cebras y jirafas, pero sabes también que te vas a encontrar con el típico animal ese raro de cojones, del que no sabías ni que existía. Pues en los comentarios de los periódicos convive gente más o menos normal, con imbéciles de campeonato que, por lo general, a su estupidez intrínseca, unen una mala leche asombrosa. Y ambas; su mala leche y su majadería, la esconden cobardemente en el anonimato. Y en ese grupo de los amargados con derecho a hablar está el imbécil que comentó en primer lugar la noticia. Resulta que al humano en cuestión le parecía fatal: 1º que Tito Vilanova tuviese posibles para tratarse en EEUU. 2º Que acudiese a ver un partido de Rafa en pleno tratamiento. En consecuencia, ante la solicitud de muchos de apoyar al señor Vilanova con un #anims Tito, el bobo comentarista declinaba la invitación. No recuerdo cuál era su argumento, si es que lo había, porque el periódico borró en pocas horas el comentario, pero este es un ejemplo perfecto de lo que decía. El antibarsa que suelta su hiel contra los blaugrana. El antimadridista que ladra todo tipo de insultos a los blancos escondido tras su teclado. El ultraderechista o el ultraizquierdista que vuelve a dejar claro que, si él mandara, íbamos a quedar pocos opinando en su contra… En fin, esa gente gobernada por la amargura que por fin ha encontrado a alguien que le escuche.
El problema es el caso que se les hace. Decenas de empresas, instituciones y representantes de artistas toman decisiones basadas en la lectura de comentarios de estos descerebrados. “Es que tienen un enorme altavoz” te contestan si tú les dices que son unos panolis, como si el hecho de tener un altavoz te confiriera un peso intelectual incuestionable. Un imbécil no es mejor por hablar con un megáfono. Es un imbécil que suena muy fuerte.
En fin, digo yo que, cuando se nos pase el sarpullido este del respeto al cibercapullo y de pasión por la plaza pública online, les darán algún susto a esos delincuentes de la expresión. Aunque algunos más que cometer delitos, simplemente, dejen por los suelos su humanidad negándole el ánimo a un enfermo, sencillamente, porque es el entrenador del equipo contrario.

20 comentarios en “LOS PIRAOS

    • Gracias JUlián, me alegro de que te haya gustado. Respecto a Golflog, ahí seguimos con el proyecto de hacerlo por Internet, pero se está complicando y demorando más de lo que nos gustaría. Espero daros noticias pronto.

  1. Al zoo sólo se debería ir una vez en la vida, para ver a los animales de cerca y para comprender que no deberíamos arrogarnos la potestad de encarcelarlos. Los comentarios de los artículos hay que leerlos como se ve el Sálvame Deluxe, para subirte la autoestima comprobando cuánto gilipollas anda suelto. Hay que entender que no representan una muestra de nada porque contienen un gran sesgo de partida: los únicos que comentan (comentamos) son aquellos a los que les gusta predicar en el desierto y entre este grupo abundan (abundamos) los trolls, los amargados, los energúmenos y los radicales. Pero vamos que no hay que echarle cuenta a toda esa gente que es muy valiente a la hora de insultar desde dentro del coche pero que luego se les cuela una viejecita en la cola de la carnicería y no son capaces de hacer valer su turno y se callan, cabizbajos, con el rabo entre las piernas por miedo al qué dirán o a que la vieja les monte una escenita en público. Es muy español, eso del «sujetarme que lo maatoo!!!».
    Me encanta leer tus cabras. Es terapéútico. Dónde coño va el acento?

    • Gracias Josesain. Tú eres lo más lejano que conozco a un troll. Es cierto lo que dices de que hay que tomarse a broma a esta gente, el problema es que hacen mucho daño y que hay otros que no lo toman tan a broma. A mí, gracias a Dios, no me ha pasado todavía, pero debe ser duro que suelten infundios sobre ti, que te insulten o que un gilipollas diga que no te quiere animar para que superes tu cáncer porque eres el entrenador del equipo rival o porque no le gusta cómo cantas, cómo escribes… En fin. Gracias por considerar terapéuticas las cabras. El acento estaba magníficamente puesto…;-)

  2. Dicen que para conocer el estado de la economía de un país basta con acercarse a un McDonalds a ver el precio de un Big Mac. Yo creo que para conocer el grado de madurez de una sociedad basta con ver los comentarios de ciertas noticias. Gran post amigo. Un abrazo

  3. Yo también solía curiosear los comentarios a las noticias, pero como cada vez me resultaba más deprimente constatar el nivel moral e intelectual del comentador medio (y no me servía, francamente, para aumentar la autoestima) decidí dejar de hacerlo. En cambio, lo que sí me gusta, además de tu blog caprino, es leer los comentarios de Josesain. Totalmente de acuerdo con su opinión respecto al zoológico y también respecto al carácter terapeútico de tus cabras. Un saludo para ambos!

    Ligia

    • Ves? Leer los comentarios te sube la autoestima. Por lo menos a mí. Jajaja. Carlitos, a ver si incorporas en el garaje un sistema de seguimiento de comentarios, un RSS de esos. Vamos a por el día, que ya está el fin de semana a la vuelta de la esquina. 🙂

          • Gracias Josesain por intentarlo. Pero he empezado a leer lo que me has mandado en el link y he colapsado. Sé que, si te metes en mi blog, abajo a la izquierda hay algo que pone RSS, pero, si te soy sincero, no sé para qué es ni cómo se usa. Sólo sé que algunos amigos me han dicho que se han suscrito al blog a través de ese RSS haciendo no sé qué de ponerlo como favorito en el navegador del Google. Lamento mi gañanismo.

  4. Genial Carlos, el anonimato, salvo en contadas ocasiones, bestializa, mira el caso que se cuenta en este artículo de jotdown: http://www.jotdown.es/2013/03/el-troll-de-internet-y-la-paradoja-del-anonimato/
    Opinar libremente por supuesto pero escondiéndose en el anonimato para luego acogerse a la libertad de expresión es de cobardes.

    PS Te puedo ayudar en todo lo que quieras con el blog técnicamente hablando.
    Mi tarifa: una caña bien tirada de las que sólo sabéis poner en Madrid.
    El sur existe, el sur te quiere.
    Abrazos

  5. Carlos escudarse en el anonimato para decir y maldecir lo que a cada uno le venga en gana es de cobardes, en España y en Ciberlandia, el problema es que aun nos creemos que estamos hablando cuando comentamos o tuiteamos y sin embargo queda escrito, no es como la barra del bar.
    Mira el caso de este artículo de jotdown: http://www.jotdown.es/2013/03/el-troll-de-internet-y-la-paradoja-del-anonimato/

    PS Puedo ayudarte en todo lo que necesites para la cabra, técnicamente hablando.
    Mi tarifa: una caña como sólo sabéis tirar en Madrid.
    El sur existe y te quiere.
    Abrazos

    • Gracias, Enrique. He visto el artículo y es verdaderamente acongojante. Lo malo es que no hay que se tan sofisticado ni tan pertinaz como el violentacrez ese. Hay miles de tíos que, tacita a tacita, van haciendo el mismo daño y se van siempre de rositas. Y gracias por tu oferta de ayuda. Te tomo la palabra. Un abrazo.

  6. Muy acertado, Carlos, aunque yo creía que ya no te dedicabas a cotillear los comentarios de la peña. Porque resulta que desde que se ha inventado la maldad esa del «facibus» y del «tuiti» todo quisque se siente con derecho a opinar de todo y lo malo es que en un porcentaje importante de ocasiones, esas consideraciones sobre los demás se hacen desde el anonimato. O sea, con cobardía, mala leche y alevosía.
    Y lo peor de lo peor es que siempre hay majaderos dispuestos a dar la razón al «cibergilipollas» de turno que, encima, presume de la cantidad de seguidores que tiene. Sigue en la línea, Carlitos. El abuelo Manolo está contigo y si hay que dar caña, sabes que me tienes a tu disposición para lo que gustes mandar….¡y si son jamones, tres!.

    • Gracias Manolo. Me encanta que comentes y des caña aunque lo de los jamones, si son de pollo, a lo mejor me da el presupuesto…;-) Tienes toda la razón. Hay una cibervanidad que está haciendo mucho daño porque cualquier bobo con 30 seguidores ya cree que, pase lo que pase, tiene razón. Un abrazo.

  7. Yo no puedo estar más de acuerdo…
    Y de paso aprovecho el anonimato para decir que a los cobardes, intolerantes y violentos habría que matarlos a todos!!!
    Hourra pour le sarcasme!!!

    😉
    (era una broma, eh?)
    Pablo Satrústegui

    • Gracias Pablo, a ver si se nos va a colar aquí uno de esos y te van a poner a parir. Aunque creo que la cabra, de momento, o no tiene piraos en sus filas, o no la lee el suficiente número de gente como para que se nos cuelen piraos. Un abrazo.

  8. He estado de viaje tres días y has tenido tiempo para soltar otra vez un comentario perfecto, ahora contra un pirado. Creo que tienes toda la razón, pero que no merece la pena desperdiciar tu ingenio contra tal gente. Me alegro, sin embargo, de que no se vaya de rositas el pirao. Y veo con esperanza la recuperación de Nadal y el ánimo de lucha de Vilanova.

    • Gracias por tu comentario y por los elogios. Efectivamente tanto pirao no debería hacernos perder el tiempo, pero por lo menos que sepan que nos damos cuenta de que están ahí… Un abrazo.

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