SOMOS UNOS CABRONES

APPS QUE AVISAN DE CONTROLES DE ALCOHOLEMIA

Usted. Y yo. Y, probablemente, la mayoría de la gente que conocemos. Hay que admitirlo. ¿Quién no ha avisado alguna vez a sus amigos de la presencia de un coche de la Policía o la Guardia Civil haciendo controles de alcoholemia? ¿Quién no ha sido tan cabrón de avisar a alguien que va mamado para evitarle una multa?

Hasta hace unos años esa información se le podía dar a una o dos personas. Cena de amigos en un restaurante. Todos vivimos más o menos cerca y, llegando a casa, el primer coche del grupo ve un control de alcoholemia. Desde que existen los móviles, a todos nos parece que lo razonable es avisar a los de atrás. Y así hemos hecho todo quisque alguna vez.

Es cierto que, con la entrada en vigor del carné por puntos, ha habido una mayor conciencia de la importancia de no conducir si uno ha bebido, pero sigue habiendo imbéciles que se ponen al volante después de haberse bebido hasta el agua de los floreros, o después de haber consumido alguna sustancia psicotrópica. Y, en los últimos años, ya no es que, con el móvil, puedas avisar al amigo que va detrás de ti. Existen aplicaciones en las que uno puede alertar a toda España de ese control policial.

EL PROBLEMA NO ES MORIR; ES MATAR

Seguramente, si nos ponemos cínicos, defenderemos estas Apps. Todos pensamos en nuestros amigos a los que consideramos personas normales, que “no han bebido tanto” y que sabemos que “controlan”. Claro. Yo he tenido dos accidentes de tráfico en coches conducidos por dos amigos míos que habían bebido, pero controlaban. Y no nos matamos de milagro. Pero el problema no es que se mate el que ha bebido y los colegas que le han permitido conducir ebrio.

El problemón, el drama, el quid de esta cuestión es que el que va mamado mate a nuestro hijo, a nuestra hija, a nuestra mujer, nuestro marido, nuestro padre o nuestra madre que pueden haber tenido la mala suerte de cruzarse en su camino. Y matar a alguien con tu vehículo cuando vas bebido es un delito. Y, por tanto, si hemos avisado a alguien de la existencia de un control, le hemos permitido escapar y ese alguien atropella a un peatón o provoca un accidente mortal, nos convertiremos en cómplices del irresponsable. O sea; en unos verdaderos cabrones.

FISCAL DE SEGURIDAD VIAL

Dentro de un rato, el Fiscal de Sala Coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, ofrece una rueda de prensa en la que va a hablar, entre otras cosas, de estas aplicaciones. De cómo ponerle el cascabel a ese gato. Porque, en ese cinismo del que avisa del control de alcoholemia en la aplicación, participan también, por supuesto, los dueños de estas aplicaciones, que se acogen a derechos inalienables para defender que se pueda ser cómplice de un delito de manera impune.

Sé que puede ser ponerle puertas al campo. Pero, coño, pongámoslas. Y ya, si eso, que quien pueda las sortee. Pero yo cerraría las Apps específicas que avisan de los controles policiales e intentaría impedir que, en aplicaciones de navegación, se pueda avisar de la presencia de policías en la carretera.

Es cierto que yo he tomado mucha conciencia de los dramas de los accidentes de tráfico en estos años en los que he hecho 146 programas de seguridad vial para televisión. Pero cualquiera puede entender la importancia del asunto. Yo no creo que pudiera volver a dormir tranquilo si avisase en una aplicación de un control policial en mi camino a casa y me enterase al día siguiente de que un conductor borracho ha matado a alguien en una carretera cercana. No seamos cabrones y permitamos que alguien haga algo para arreglarlo.

USO DEL MÓVIL AL VOLANTE

No hay que tener un móvil en cada mano, para provocar un accidente.

Es como lo del uso del móvil al volante; hemos tomado conciencia del tema del alcohol, en general la mayoría de los conductores han reducido su velocidad media en los últimos años, pero sigue habiendo dos cosas que la gente hace como si no tuvieran importancia; pegarse al coche de delante como si tuvieras que buscarle piojos al conductor que te precede y utilizar el móvil con una mano y el volante con la otra.

Uno de los anuncios que va a hacer el Fiscal Especial de Seguridad Vial es que la Guardia Civil va a empezar a controlar los móviles de las personas que han provocado un accidente de tráfico para intentar saber si estaban haciendo uso del teléfono en los momentos previos al accidente. Y me parece estupendo. Seguro que esta misma mañana saldrán abogados y profetas de la libertad individual a protestar por el asunto, pero yo, qué quieren que les diga, si eso sirve para que se le caiga el pelo a algún imbécil, pues me alegro.

Es más; es que me hará muy feliz el día en el que se prohíba definitivamente el uso del teléfono al volante. Pero, mientras tanto, que crujan al que sorprendan manejando el móvil conduciendo. Y, ojo, que, como decía al principio, cabrones somos todos porque, que levante la mano el que no ha echado un ojo a un mensaje que le ha llegado, o ha hecho algo con el teléfono mientras con la otra mano giraba el volante. Yo levanto la mano porque también yo he sido un imbécil. Hago acto de contrición y me ofrezco voluntario para que, si algún día vuelvo a hacer el panoli, me crujan.