YO TE LO PERDONARÍA, ALBERT

Se está convirtiendo en el malo de todas las películas. Y eso no tiene por qué ser negativo en sí mismo. Que hablen de uno. Aunque sea bien. Pero creo que Albert Rivera está entrando en los últimos tiempos en una deriva que empieza a parecerse inquietantemente a la de la Rosa Díez de los estertores de UPyD.

Yo te lo perdonaría, Albert. Que pactases con Pedro Sánchez, el Inmaculado. Porque desde hace un tiempo no entiendo lo que dices. Ni lo que haces. Millones de españoles clamábamos por tener un gobierno que no dependiera de los independentistas ni de los populistas de izquierdas o de derechas. Y resulta que tú lo tienes a huevo para conseguirlo y has decidido que no. Que con Pedro Sánchez, el inmarcesible, no. Aunque eso, justamente, signifique que el más guapo de los presidentes del gobierno que ha habido y habrá, tenga que pactar con los que te dan pereza.

LA GRANDEZA DE PACTAR

Es raro de cojones. La verdad. Deberías darle una pensada. Entiendo que tal acuerdo te provocaría algunos problemillas en Andalucía, por ejemplo, y te tumbaría otros pactos en ayuntamientos y comunidades. Pero, coño, Albert, salvaríamos el gobierno de España. Quizás también habría muchos de tus votantes que te recriminarían por haber dicho una cosa y hacer la contraria, pero a estas alturas de la película, no nos vamos a poner tiquismiquis, ¿No?

Creo que la mayor parte de tus votantes y de los votantes de otros partidos besarían a tu paso si desbloquearas la situación y, dando una muestra de Grandeza, pusieras a España por delante de ti, de tu partido y de tus posibles ministrables y vicepresidenciables.

¿NO QUERÍAMOS UN GOBIERNO FUERTE?

¿No queremos un gobierno fuerte? Ahí lo tienes. ¿No queremos un gobierno de España que no dependa de independentistas? Ahí lo tienes. ¿No queremos un ejecutivo que se libere de los populistas de derecha y de izquierda? Ahí lo tienes. Con los 123 diputados del PSOE y tus 57, una mayoría absoluta de 180 escaños. Y me sorprende que, con lo listo y lo hábil que me parecías hasta hace poco, estés tardando tanto en ver que eso es lo que tienes que hacer. Pero ya.

El problema es que debes estar escuchando voces que no sé a dónde te quieren llevar. Quizás no seas consciente de que, desde aquella foto evitable de Colón, Ciudadanos ha dejado de ser un soplo de aire fresco en la política española, para convertirse en no se sabe muy bien qué. Tu tono faltón, chuleta y extemporáneo en los debates condujo a muchos a pensar que, o habías cambiado, o que alguien (muy influyente para ti) te había aconsejado penosamente mal.

SOLO CON LA PUNTITA

Eso por no hablar de lo ridículo que está siendo todo esto de vuestra relación-no-relación con Vox. Que me recuerda a cuando Clinton intentaba convencer al mundo de que una felación no es una relación sexual. Vosotros no sé si estás haciendo guarreridas con Vox, o si solo es la puntita, pero vaya, que, sin ser experto en las cosas del amor, yo creo que algo de folleteo ahí sí que hay.

Pero los de Ciudadanos con Vox estáis como el casado de las pelis de finales de los 70 con la querida oculta. Que la amante os pedía formalizar de una vez la relación y vosotros diciendo: “que sí, que sí, que mañana me divorcio”, dilatando una situación que al final siempre acababa siendo la inconcreción de la nada. Y, si tu mujer no se enteraba, pues a otra cosa, butterfly, pero, si se enteraba, que es lo que me da que te está pasando, pues el Alfredo Landa de turno, o el Pajares, o el Esteso, se acababan quedando sin mujer y sin la amante. Y ni folleteo, ni ná.

Yo, que tú, le daba una vuelta. Seguro que en el corto plazo vas a tener un seísmo incontenible bajo tus pies. Pero la buena política, la de peso, la política de Grandeza puede aguantar el medio y el largo plazo. Tanto que os gustan las encuestas; date una vuelta y pregunta. Entérate de lo que dice la gente y quizás, después de un rato escuchando, te des cuenta de que el mejor favor que te puedes hacer a ti, a tu partido y a tu país, es sentarte a negociar con el que representa a la lista más votada.

No puedes no ir a Moncloa. Siéntate con él y buscad un pacto que aleje de España los peligros que hoy la acechan. Es cierto que lo harás con un presidente muy mejorable. Sin duda. Con Pedro Sánchez, el Narcisista. Es verdad. Con el que negoció con quien hizo falta para ganar la moción de censura. ¿Y qué? Hoy Pedro Sánchez, el Apolíneo, está en una situación de suficiente debilidad como para aceptarte muchas de las cosas que le pidas.

SI CONDUCES, NO CHATEES

Pero no sé por qué me da que estoy predicando en el desierto. Como cuando le dices a la gente que es peligroso usar el móvil en el coche. Y te miran como diciendo: “Qué obviedades más obvias dice este hombre”. Pero luego todos somos tan burros como para leer mensajes que nos llegan o, peor, estar tan locos como para escribir mientras conducimos.

Por eso ayer se presentó en Madrid una campaña de la Fundación CEA que pide a los conductores: “Si conduces, no chatees”. Que no seamos buuuurros y que hagamos como en el avión y pongamos el móvil en modo coche. Que ya se puede hacer en los iPhone y, en otros modelos, hay aplicaciones gratuitas para conseguirlo.

COCHES FÚNEBRES A 140 KM/H

Y así no seremos tan animales como el conductor de un coche fúnebre de Interfunerarias que ayer me adelantó en la carretera de la Coruña. Yo iba a 120 km/h y se me pegó al maletero. Cuando pude apartarme para que me pasara, vi, con gran sorpresa, que iba cargado y ahí llevaba en la trasera un féretro con su cadáver, sus coronas y sus ramos de flores. A más de 140. Y no sé qué urgencias agobiaban al chófer porque, por desgracia para el finado, lo único claro ayer es que el cliente que iba en la caja de pino, prisa no tenía ninguna.