Y ME GUSTAN LOS TOROS

Muchos de mis amigos y conocidos se sorprendieron cuando en mi declaración de intenciones cabruna no dije que me apasionan los toros. Y eso que en mis años mozos llegué a trabajar con los maestros Matías Prats padre, Vicente Zabala padre (que en paz descansen ambos) y Pedro Javier Cáceres. Pero, y mira que me gustan los toros, me dio una pereza cósmica meterme en ese mundillo. Me sucede siempre. Sobrevuelo los sitios por los que paso sin acabar de meterme del todo en ninguno de ellos. Por eso casi nadie me considera “uno de los suyos”.
Pero yo, además de cabruno, me siento taurino. Empecé a ir a los toros cuando casi no andaba. Mis padres contaban que, dos días después de cumplir 2 años, le eché encima una Fanta de naranja a una señora bien en la Goyesca de Ronda. Por eso los toros, la lidia, los toreros, el lenguaje, el olor a chiquero mezclado con el aroma de los puros forman para mí un mundo en el que me siento a gusto.
Veo morir en el ruedo cada tarde seis toros sin sentir repelús, excepto en días aciagos de los toreros, pero cuando veo un gato atropellado me pongo malo. O sea que entiendo a los que piensan que los taurinos somos unos monstruos sin sentimientos. Pero les aseguro que la tauromaquia tiene poco que ver con los monstruos, salvo cuando alguien se refiere así a un torero, como le pasó a Manolete; “Er Montruo”. Y hay mucho sentimiento. No voy a decir que el toro no sufre. Claro que sufre. Pero ninguna de las cosas que se le hacen en el ruedo, es mortal, salvo, y lamento ponerme obvio, la estocada. Hasta ese momento, si se hacen bien las suertes, el toro padece un castigo del que puede recuperarse en unas semanas si tiene la rara fortuna de recibir el indulto.
Yo jamás he intentado convencer a un antitaurino para que deje de serlo. Primero por respeto y, segundo, porque lo veo tan imposible como que yo haga el camino en el sentido contrario. Pero sí me gustaría que, antes de ponernos a parir, algunos se informaran un poco. No es verdad que haya aficionados que van a la plaza con el ánimo de ver sufrir a un animal. Al revés. Cuando un matador, un banderillero o un picador hacen al toro un daño innecesario, se llevan unas broncas de aúpa. Tampoco somos todos unos insensibles. A mí se me han saltado las lágrimas viendo a Curro Romero salir por la Puerta Grande, o después de un quite arrebatado de Morante, o cuando he visto a un tío dejarse partir por la mitad para sacarle unos naturales a un toro que, el cabrón, no tragaba por el izquierdo. Y me he emocionado aplaudiendo a héroes como Padilla que torea con un solo ojo o a cualquiera de esos toreros sin gran cartel que salen a cada plaza sabiendo que si no están bien, mañana están muertos.
Y lo del ecologismo. Deberían muchos ecologistas pasarse por alguna ganadería brava. Porque allí encontrarán amor y respeto a los animales y a la naturaleza. Aunque luego manden a sus toros a morir en la plaza. Es que están criados para eso. Y, lamento ponerme otra vez obvio, si se acaba la tauromaquia, se acaban los toros. Porque, entre otras cosas, resulta que los toros pastan justo donde nosotros vamos de merienda. Y no creo que a nadie, por muy ecologista que sea, le guste que un morlaco de 600 kilos le salude con el morro mientras le hinca el diente a un bocadillo de Nocilla.

14 comentarios en “Y ME GUSTAN LOS TOROS

  1. Amén. Mira que tengo ya ganas de discrepar con la Cabra…pero ¡¡no hay manera!!. Poniéndome quisquillosa, una ausencia: Imperdonable no haber mencionado a tu tía Mª Rosa en esta Cabra. Aprovecho la ocasión para animar al que no conozca la Feria del Corpus, a venir a la Maestranza de Granada. A pesar de ser una plaza de «segunda», es bonita, el cartel suele ser bueno, y la «merendica» es divertida, aunque ciertamente, pelín irrespetuosa con los maestros (da «cosica» ver como observan al personal pasando el fino y los canapés, ó el bocata de chorizo, según el tendido, claro, mientras ellos esperan para volver a jugarse la vida).

    • Oye María eso es publicidad subliminal escondida, de la Feria del CORPUSS, eh? Je je je Pablo G-H

    • Lo de mi tía Mª Rosa se solucionará en breve… Gracias por leer y por comentar. Respecto a lo de Granada; me da vergÜenza reconocer que lo único que he hecho en esa plaza es comer. Muy bien, por cierto… Besos.

  2. Eres un monstruoooooo, en todos los sentidos (ya sabes que yo siempre que me dicen….. «Anda tu hermano es el de la TV, el de «IMPACTO», siempre contesto lo mismo…. -«Si, es mi hermano, el es el FAMOSO y YO soy el GUAPO» je je je je). Bueno que como siempre tu cabra( ojito con lo que haces con la cabra) MAGISTRAL, pero deberías de dar un poquito más de leña. Si yo escribiera como tu, conoces bien mi manera de pensar y mis ideas, sería más contundente (hablando en Plata -Más cabroncete) y darle más caña a gente como los que tu llamas anti taurinos. Son una panda de Gili……por no decir cosas más gordas. Al igual que dices en tu cabra que no vas a intentar convencerlos para que les gusten los toros, evidente, ellos sí pueden por sus santos cojones, conseguir sacar de sus casillas a los taurinos, con las manifestaciones que hacen y obligar a un gobierno autonómico subnormal, radical, independentista imponer su criterio, y la libertad de los que sí les gustan los Toros, que se jodan. Si fuera al revés, bufff la que se liaba, con que no tienen libertad, que es una dictadura, etc, etc,…………..da más caña y di las cosas como son, al pan, pan y al vino, vino.
    El mejor ejemplo en el face book de lucía Echeverría, criticando (los que presumen de que debe haber libertad para que la gente pueda hacer con lo suyo lo que quiera) a D. Amancio Ortega por su donación a Cáritas. Eso si, a la panda de joputas que acompañaban a Gordillo robando en Mercadona, no, no, eso es la libertad del pueblo…………….
    Dios que País, hay más tontos que botellines………..

    • Querido hermano: realmente eres único llamando al pan, pan y al vino, vino. Yo no lo sabría hacer así de bien. Lo que pasa es que a mí, de verdad, no me importa que haya antitaurinos. Lo respeto. Lo que sí me cabrea es que ellos están mucho más unidos y mejor organizados que los taurinos y nos van ganando por la mano. Pero entiendo que haya gente a la que el espectáculo le parezca aberrante y lo quieran prohibir. Otra cosa es que lo consigan. Lo de Amancio Ortega, pues qué le vamos a hacer. He oído todo tipo de críticas; que si da un 0’05 por ciento de lo que tiene, que vaya mierda, que por qué lo cuenta…- No sé. A mí me parece que el tío es un ejemplo como empresario, como español, como cristiano y como millonario. Quizás se le puede poner el pero de «que no sepa tu mano derecha lo que hace la izquierda», pero imagino que en los niveles a los que está este hombre, difícilmente puedes dar 20 millones de euros sin que se enteren tus auditores…

  3. Yo fui de esos que echó de menos tu parte taurina en la primera Cabra, pero ahora me he quedado encantado leyéndote. Magnífico como siempre.
    Han salido dos de las mejores plazas de España, Ronda y Granada y el campo y la gente que allí cria a los toros con cariño. No puede ir mejor el tema. Por último aparece tu hermano el de por ahí abajo y dice las cosas como son… ¡me encanta este blog!

    Abrazos de un rondeño criado en Granada y residente en Madrid
    (otro pa’ti Pablo)

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